En este interesante documento de André Noël Roth
Deubel, sobre el estudio de los últimos años de las políticas públicas en
Europa y América Latina en donde el modo de
gobernar a las sociedades ha sido
centro de preocupaciones filosóficas y políticas y es por esto, que el análisis
de las políticas públicas permiten renovar, alimentar y aportar al a discusión
y a los debates políticos y académicos
sobre temas como el estado, la política, la democracia, la participación , la
organización, la gestión pública y otros
más a partir de un enfoque que privilegia al análisis concreto de la realidad
de las prácticas políticas y administrativas cotidianas.
En este, se definen los conceptos fundamentales
utilizados y se presentan los principales enfoques teóricos y metodológicos de
la disciplina, además, se presenta un ejemplo de investigación empírica que
tiene como problemática central el análisis del estado colombiano a partir de
los cambios de las políticas.
Introducción
El estudio de las políticas públicas se ha ido
constituyendo en un campo de estudios cada vez más importante debido a su poca
difusión tanto en los círculos académicos cono en los político-administrativos
colombianos y latinoamericanos en donde
los estudiosos de latinoamericanos se dedicaron más bien a los estudios
clásicos de ciencia administrativa como
el análisis de las especificidades de la burocracia estatal en América latina y
a lo que el mundo Hispánico se contagiaría realmente de este campo en la última
década de siglo XX.
En Colombia, Salazar Vargas (1992) puede declarar que
el estudio de las políticas públicas constituye “una nueva perspectiva de
análisis, ¡casi treinta años después de su inicio en los Estados Unidos! La
universidad de los Andes, en la cual se fundó el primer departamento de Ciencia
Política del país y primera institución
educativa (privada) que ofrece la
carrera de ciencias políticas desde 1968, sólo introduce el estudio de las
políticas públicas como una signatura especifica de pregrado en la segunda
mitad de los años 90 y es de este punto que al parecer, el despegue del interés
académico por el análisis de las políticas públicas en Colombia, se está
acelerando en estos últimos años por el tema de la inclusión en varios
postgrados de gestión pública, derecho administrativo y ciencias políticas.
LA
CONSTITUCIÓN DEL ANÁLISIS DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS COMO CIENCIA DEL ESTADO EN ACCIÓN
La
ciencia política tradicional consideraba en los años 50 y 60 que las políticas
públicas eran variables dependientes de una actividad política y se presuponía
que estas no eran más que el resultado, el producto, consecuencia de los
gobernantes o de quienes estaban
representados en el sistema mediante partidos políticos.
Los
economistas, ayudados por un cierto marxismo ortodoxo, buscaban las causas de
las variaciones de políticas públicas en los factores económicos ante todo y es
donde el imperialismo de la economía llegó hasta cifrar la parte imputable a
factores sociales y políticos en la explicación de las políticas públicas en un
15%. El resto, o sea el 85% de una política pública encontraba según ellos, una
causa en los factores económicos.
¿Tiene
importancia la actividad política? Desde estos debates va a aparecer
progresivamente un enfoque específico con sus métodos y herramientas de
investigación propios llamado análisis de las políticas públicas y la pregunta
de quién gobierna y cómo es sustituida por: Cómo y quién elabora e implementa
una política pública y el análisis de estas se desplaza el interés hacia la
actividad concreta del estado, la cual es considerada como una variable independiente
y así volcar la pregunta de esta forma: ¿Tienen importancia las políticas
públicas? o ¿de qué modo, las políticas públicas determinan la política, las
instituciones y el estado?
El
análisis de estas tiene como objetivo principal la identificación concreta de
los actores que intervienen en un proceso de definición, de decisión y de
implementación de una política que busca
poner a la luz las posiciones, intereses y objetivos de esos actores; se
realiza a partir de una metodología de investigación aplicada al qué y al cómo
hacer y desplaza el punto de observación hacia el lado de sus productos, en
pocas palabras, se concibe como la
ciencia del estado en acción.
Capítulo 1
Conceptos, teorías y herramientas para
el análisis de las políticas públicas
1. Los conceptos de estado y de política
pública.
Ozlak
(1994) habla de la necesidad de
redefinir las fronteras entre estado y la sociedad pues el nuevo contexto político y económico
internacional, así como las exigencias nacionales, regionales y locales para
aumentar la democracia, la participación, la autonomía y para fortalecer, por
ejemplo, las medidas para la protección del medio ambiente, ponen a los estados
frente a nuevas problemáticas como las de inequidad, las sociales, pobreza
creciente, violencia, terrorismo, corrupción e inseguridad, influyen sobre el
funcionamiento del estado.
El
análisis de las políticas públicas ofrece una renovación de los estudios para la comprensión del
estado y de sus acciones, estas han contribuido a ver el estado con menos
consagración o reverencia y los aportes de la sociología de las organizaciones
al análisis de estas nuevas políticas públicas han incidido de manera
significativa a esta trivialización del estado, incluso a su decaimiento como
sistema de acción especifico con vocación
de coordinar los otros sistemas de acciones. No se trata, pues, de reducir al estado a una organización
común y corriente, sin embargo, se piensa que el estado y sus instituciones
pueden ser analizados como organizaciones a través de las cuales los agentes
públicos (elegidos o administrativos) persiguen metas que no son exclusivamente
respuestas a demandas sociales. Las políticas públicas, entendidas como
programas de acciones, representan la realización concreta de decisiones, el
medio usado por un actor en particular llamado estado, en su voluntad de
modificar comportamientos mediante el cambio de las reglas de juego operantes
hasta entonces.
1.1 El Estado
El
estado apareció como la solución que se impuso de manera progresiva, y probablemente
de manera inconsciente para resolver la crisis de la sociedad feudal (Badie;
1997:131). El estado no se impuso tal y como lo conocemos hoy de manera
inmediata y uniforme. Se trata de un proceso largo de modernización política que se caracteriza principalmente
por un acrecentamiento progresivo de la centralización del poder en el estado
por un lado, y por otro, por la integración social y política de la población
bajo modalidades y condiciones variables
(kriesi; 1994: 71)
Una
de las marcas más sobresalientes del estado moderno es la monopolización por
parte de éste uso legítimo de la violencia física sobre un territorio
determinado y la historia de los estados latinoamericanos es particularmente
ejemplar de una constitución estatal pero con una integración extremadamente
reducida de la población.
La
inexistencia del estado, tomado en sentido estricto, es particularmente
evidente en el continente Africano y el mundo musulmán. En estas regiones la
obediencia y la lealtad de los habitantes hacia la forma de estado, elemento
importado de la cultura occidental,
están fuertemente limitados por lazos comunitarios o religiosos, lo que
dificulta la constitución de una sociedad civil compuesta de ciudadanos tal como
se concibe en el mundo occidental; sin embargo hay que reconocer que América
latina, poniendo entre paréntesis el mundo indígena, ha sufrido por razones
históricas una deculturación donde cada
uno de los conjuntos de instituciones que constituyen los estados actuales
ocupa una posición entre dos extremos opuestos. Es así como para América latina
es claro que por los rasgos históricos comunes, sus estados presentan
similitudes, por eso el análisis de las
políticas públicas se constituye en una puerta de entrada para la comprensión
del estado y de sus relaciones con la sociedad.
1.2 La Política Pública
La
dificultad semántica que existe en español con el término política hace que se
establezcan paralelos ya que en inglés
señala tres aceptaciones para esta misma palabra: Primero, la política
concebida como el ámbito del gobierno de las sociedades humanas polity en inglés. Segundo, la política
como la actividad de organización y lucha por el control del poder, polytics en inglés. Y
finalmente la política como designación de los propósitos y programas de
las autoridades públicas, policy en inglés y es la que claramente esta
última tiene que ver en especial con
esta última. Con esto nos encontramos con dos autores para quienes la política
pública es la acción de las autoridades públicas en el seno de la sociedad y se
transforma en un programa de acción de una autoridad pública (Mény y Thoenig;
1968: 8).
Por
otra parte, autores Colombianos ha definido la política pública como el
conjunto de sucesivas respuestas del estado frente a situaciones consideradas
socialmente como problemáticas (Salazar, 1990:50), o como el conjunto de
sucesivas iniciativas, decisiones y acciones del régimen político frente a situaciones socialmente problemáticas y que buscan una
resolución de las mismas o llevarlas a
noveles manejables (Vargas Velásquez, 199: 57).
Por su parte, el autor de este
documento de las políticas públicas considera que estas designan la existencia
de un conjunto formado por uno o varios objetivos colectivos considerados necesarios o deseables
y por medios y acciones que son tratados por una institución u
organización gubernamental con la finalidad de orientar el comportamiento de
actores individuales o colectivos para modificar una situación percibida como
insatisfactoria o problemática; en resumen, el análisis de las políticas
públicas consiste en examinar una serie de objetivos, de medios y de acciones
definidos por el estado para trasformar parcial o totalmente la sociedad así
como sus resultados y efectos.
De
esta forma cada política pública tiene su campo de intervención reservado que
puede ser objeto de varios subterritorios y subdivisiones para los cuales
generalmente se fijan objetivos más específicos (por ejemplo, la política
educativa se subdivide en política universitaria, política de educación media y
entre otros. Finalmente, es preciso señalar
que la política pública no existe naturalmente en la realidad, sino que
trata a la vez de una constitución social y de una construcción de un objeto de
investigación (Muller y Surel, 1998: 1).
2. Los enfoque teóricos.
Se
trata de un desplazamiento del ángulo de análisis o del punto de observación los enfoques
teóricos utilizados por los estudiosos de las políticas públicas, teorías que
son centradas en la sociedad, las que se centran en el estado y las teóricas
mixtas o intermedias.
2.1 Las teorías centradas en la sociedad.
Este
grupo de teorías centradas en la sociedad se encuentran, de un lado, los
enfoques Marxistas, neomarxistas y la corriente de las teorías de la dependencia. De otro lado, por su
posición ideológica totalmente opuesta, se encuentran los enfoques
racionalistas, pluralistas, elitistas y de escogencia o de elección pública.
Estas, a pesar de sus diferencias tienen en común a considerar al estado como
dependiente, es decir, que minimizan la capacidad y el impacto de las instituciones públicas, sus agentes y los valores pueden tener sobre las elecciones hechas en
materia de políticas públicas.
2.2 Las teorías centradas en el estado
El
estado funciona como un selector de las demandas y un proveedor de
servicios, en este grupo se sitúan los
enfoques decisionistas. Y también entra en esta categoría el enfoque
burocrático o neoweberiano según el cual las elecciones públicas resultan de los
conflictos y competición entre distintos grupos y clanes en el seno del estado; todos estos enfoques
tienen a minimizar la influencia de los cambios y de las actores situados en el
entorno social, económico, político e internacional dl estado para explicar las
elecciones de políticas públicas.
2.3 Las teorías mixtas
Estas
rechazan, de un lado el racionalismo economicista o social que predomina en el
primer grupo y por el otro lado, se niega también a ver la sociedad como
sometida a un estado que se encuentra, además, cautivo de una minoría.
En
este tercer grupo se ubican posturas y
opciones teóricas y políticas muy
variadas como el neo corporativismo, el neo
institucionalismo, el análisis de redes y la teoría de la acción. Estos
intentan tomar en consideración, con todas las distinciones y variaciones que
existen al interior de ellos, tanto factores internos como externos en su
explicación de la acción pública y de las políticas públicas; se trata de
sustituir la búsqueda de las relaciones causales univocas para tratar de
aprehender la sociedad como un tejido de relaciones más complejas,
interrelacionas más que de relaciones de interdependencia más que dependencia.
En
cabio, observar y sopesar los diferentes
elementos que inciden en la construcción y desarrollo de una política pública
sin prejuicios sobre su origen aparece como más favorable a la verificación de
hipótesis explicativas novedosas
2.3.1 El enfoque neo corporativista
Consiste
en la existencia de relaciones privilegiadas entre un número relativamente
reducido de grupo o gremios y el estado; Schmitter, definió lo que entiende por
neo corporativismo en contraste con el modelo pluralista, como un sistema de
representación de intereses en el cual las unidades constitutivas se organizan
en un número limitado de categorías únicas, obligatorias, no competitivas,
organizadas de manera jerárquica y
diferenciadas a efectos funcionales, reconocidas o autorizadas por el estado, que les concede
deliberadamente el monopolio de la representación dentro de sus categorías
respectivas.
Con
este enfoque, las políticas públicas ya no se conciben como el resultado de la
competición entre grupos, como se postula
en el modelo pluralista, o entre
clases o fracciones de clases, sino como el fruto de una negociación entre el
estado y los representantes de los grupos de los grupos sectoriales
involucrados.
2.3.2
Las teorías de entramado o network theory
Cada
política por su singularidad tendrá una red distinta de actores que el analista tratará de
descubrir. El análisis de red se concibe
entonces como una metodología
descriptiva y de modelización inductiva de la estructura de relación
entre un conjunto de actores.
En
este campo de las políticas públicas, existen tres enfoques que se fundamentan en la concepción de
entramado o de redes:
Policy networck y policy community
Estas
se aproximan mucho a la teoría pluralista, y se caracterizan por ser redes de
intercambio de informaciones en las cuales cada organización queda relativamente
autónoma de las demás; mientras que en las segundas se establecen relaciones de
tipo oligárquico o corporativista.
Por
su parte Kriesi pone en evidencia la existencia de varios tipos de redes según
el grado de desarrollo del sistema de
las asociaciones de interés y el grado de fuerza o de debilidad del estado:
Red de concertación: Se
caracteriza por un número bajo de
actores, el cierre de su acceso para otros actores, la centralización y la
estabilidad de su funcionamiento.
Red de cooperación sectorial: En
ella interviene un número relativamente alto de actores públicos y pocos
actores privados. Su acceso es cerrado para otros actores y funciona de manera
descentralizada y estable.
Red de intervención: Está
caracterizada por un número relativamente bajo de actores públicos y numerosos
actores privados. Es cerrada para otros actores. Su funcionamiento centralizado
es inestable.
Red de presión: Su
característica son un número alto de participantes y la apertura de acceso para
otros actores.
A
partir de esta propuesta, se permite establecer clasificaciones y comparar
modelos de implementación de políticas teniendo en cuenta la capacidad del
estado.
Advocacy coalitions
Sabatier
desarrolla un modelo que está constituido por la combinación de una misma
concepción de la implementación, pero basada en dos fuentes: La existencia de comunidades de política las
cuales compiten entre sí para el dominio
conceptual y material sobre uno u otro tema de políticas públicas.
Edelman,
permite hablar, según algunos autores, de un enfoque cognitivista (Muller,
Surel, 1998: 47) el cual estaría caracterizado por su intento de entender las
políticas públicas como matrices cognitivas y normativas que conforman sistemas
de interpretación o de representación de la realidad y en los cuales los
actores públicos y privados insertan de la realidad y en los cuales actores
públicos y privados insertan sus acciones.
En
segundo lugar, el modelo Advocacy
Coalitions es fundamentalmente un proceso de aprendizaje político y entendido
como los cambios estables del pensar y los comportamientos causados por la
experiencia y el “tino” que resultan de
la actividad política.
2.3.3 El enfoque neo institucional
Con
este enfoque se pretenden superar el institucionalismo tradicional y rechazar
las perspectivas reduccionistas de tipo society
centered o estate centered favor de una perspectiva de interdependencia
entre instituciones sociales y políticas relativamente autónomas.
La
interrogación central del enfoque en sus distintas vertientes principales se
sitúa en el análisis de las condiciones de producción y de evolución de estas
instituciones y cómo éstas, a su vez, influyen en las dinámicas sociales y
permiten así pensar el estado en interacción (Muller, Surel, 1998: 44)
Neo institucionalismo Histórico
Se
centra principalmente en la necesidad de aprehender el estado en una
perspectiva de largo plazo y de manera
comparativa, al situar éste en el centro del análisis pues buscan
conceptualizar la relación entre la instituciones y el comportamiento
individual en términos relativamente
amplios que tienen a percibir el desarrollo institucional como el resultado de una independencia del
sendero y de consecuencias imprevistas.
El concepto de dependencia del sendero describe la existencia de movimientos
cumulativos que cristalizan los sistemas de acción y las configuraciones
institucionales propias de una política pública o de un subsistema particular.
Los
investigadores intentan asociar el análisis institucional a la
influencia que pueden ejercer factores cognitivos sobre los proceso
políticos (Muller, Surel, 1998:44-45 y 132-133)
Neo institucionalismo y elección
racional
Trata
de incorporar en la escuela de la racional
choice una dimensión complementaria
centrada en el papel de las instituciones como reductoras de
incertidumbre y como factor determinante para la producción y la expresión de las preferencias delos
actores políticos. En esta perspectiva, la permanencia de las instituciones se
explica por el apego de los actores a éstas, porque reducen la incertidumbre y
facilitan a los actores pertinentes satisfacciones duraderas que neutralizan la
competencia en el sector
Neo institucionalismo económico
La
economía neo institucional parte del postulado de que el individuo no tiene que
adaptarse a las instituciones existentes, sino, a las instituciones que hay que
cambiar, para facilitar a los individuos la consecución de sus intereses con
mayor efectividad. Es así como este enfoque centra su atención en el papel del
estado en la definición de las bases de los arreglos contractuales que fija los
costosos de transacción entre interés e
instituciones.
Wiesner
en su análisis de las políticas públicas Colombianos subraya a lo largo de su
estudio que es necesario cambiar el diseño de las políticas públicas para que
éstas, entre otras cosas, o restrinjan la competencia; en otras palabras se
trata de implementar el programa político neoliberal de reducción del estado.
La orientación política que se desprende de esta vertiente tiende claramente a
la reducción de la actuación del estado como regular social, a favor de una
regulación ofrecida por la mano invisible de las fuerzas del mercado.
Neo institucionalismo sociológico
Se
inserta en una renovación de las orientaciones y conclusiones de la sociología
de las organizaciones, pues contrariamente a ésta, la sociología neo
institucional postula que la mayoría de las formas y procedimientos pueden ser
entendidos como prácticas particulares de origen cultural, de esta forma el
análisis de las organizaciones integra el estudio de las variables culturales
en la aprehensión de las condiciones de formación y de funcionamiento de las
organizaciones.
3. Herramientas para el análisis de
políticas públicas
Poco
a poco se ha construido una especie de caja de herramientas en la cual el
investigador encuentra conceptos y modelos asociados a las distintas posturas
teóricas, que ayudan a descomponer y a clasificar la hidra de las actividades
públicas en elementos analíticos más comprensibles.
Estos
instrumentos permiten recolectar, organizar y clasificar datos específicos a
los objetos de análisis; son unas herramientas construidas específicamente para
recolectar, organizar, interpretar, entender y explicar datos sobre las
políticas públicas. Dentro de esta caja de herramientas, se encuentran a
disposición de los politólogos y otros estudiosos varios como por ejemplo: las
tipologías; las distinciones entre instrumentos de intervención del estado; los
programas de políticas públicas y
finalmente, la más conocida de las herramientas, el ciclo de política,
esta última es las más conocida y
utilizada, en particular por sus cualidades heurísticas y su flexibilidad de
uso.
3.1 Las tipologías
Buscan
organizar las acciones públicas para
facilitar su análisis y su comparación nacional e internacional; l mayoría de
las tipologías en políticas públicas se inspiran en la famosa tipología de
Lowi, quien distingue cuatro tipos de políticas a partir del cruce de las
siguientes dos variables indicativas del modo de coerción utilizando por la
política pública:
Si
la coerción opera sobre el entorno del comportamiento individual y es
indirecta, entonces es una política constitutiva y si una coerción ejercida por
la política opera directamente sobre el individuo y su efecto es directo o
inmediato, se trata de una política reglamentaria. Son las reglas como el
código de tránsito o las de orden público que buscan regir los comportamientos de los individuos
bajo la amenaza de la sanción. Directa.
A
pesar de que la tipología de Lowi es bastante sencilla explicita su
operatividad no es evidente. Siempre queda difícil, en los casos concretos,
determinar si una política pertenece a tal o cual categoría debido a la
multiplicidad de sus contenidos.
Otra
propuesta se interesa por el modo de
pilotaje o conducción del cambio por parte del estado: conducción mediante
prescripciones, incitaciones, oferta de servicios o información y persuasión
(Zimmermann, Taddei, 1996:89-90) sin embargo, el análisis comparativo de las políticas públicas (a
nivel internacional particularmente) se enfrenta aún a grandes obstáculos por
la ausencia de datos homogéneos, la difícil
consecución de datos comparables y la abundancia de variables.
3.2 Los instrumentos de intervención del
estado
Al
diseñar una política pública el estado decide sobre el uso de uno, otro o
varios de estos instrumentos para su implementación para enfrentar problemas similares
en lugares o tiempos diferentes y los cuales pueden ser una ayuda importante
para el diseño de estas políticas en mención.
Instrumentos prescriptivos: buscan
modificar el comportamiento mediante la obligación, la interdicción y la
autorización
Instrumentos incentivos: No
se pretende obligar a un comportamiento mediante el miedo a la sanción, sino a
inducir a una conducta mediante la
recompensa; se diferencian de los anteriores por la naturaleza de la sanción,
la cual no es jurídica sino que puede ser moral, económica o de hecho.
Otra
manera de actuar para el estado consiste en desarrollar instrumentos de
información para incitar a un comportamiento mediante la publicidad enfocada o
no a grupos de población específicos. Se trata de reconocer y valorar el
comportamiento que se considera como ejemplar para los demás –premios,
medallas- y finalmente se pueden citar los instrumentos de presión reglamentaria que son los que
utiliza el estado para amenazar tales como:
Instrumentos de coordinación: Obliga
a desarrollar mecanismos de coordinación entre ella; la planificación y los
estudios de impacto son los principales a disposición del estado.
Instrumentos de organización y de
procedimiento: Definen el marco en el cual se va a
desarrollar el proceso de la política pública.
Instrumentos materiales: El
estado tiene la posibilidad de proporcionar directamente los bienes y
servicios, como ejemplo: La salud y la educación
Instrumentos de delegación a socios: Tiende
a considerar que las instituciones públicas deben colaborar con organizaciones
privadas, paraestatales, o con organizaciones no gubernamentales (ONG) n la
consecución de sus objetivos en términos de política públicas.
3.3 Programas de políticas
públicas, programas políticos y complejidad social
Se
entiende por programa de políticas públicas no solamente un política pública,
sino un conjunto de políticas coherentes entre sí y que se refiere a una
problemática particular. Noklas Luhmann desarrolla una propuesta a partir del
diagnóstico sobre la incapacidad del estado y del derecho en adecuar y
garantizar la gobernabilidad de las sociedades complejas, a partir de esto,
Willke, distingue tres programas políticos diferentes que corresponden tres concepciones del derecho que
predominarían en las distintas formas históricas del estado: Los programas condicionales que
se fundamentan en una concepción casual; esta concepción ha permitido al estado
resolver con éxito los problemas sencillos y los conflictos comunes de regulación
social mediante la representación.
En
este caso los autores hablan de una concepción jurídica reflexiva, pues
consideran el derecho reflexivo como la
solución a los problemas producidos tanto por la sobre reglamentación del
estado intervencionista, este pretende favorecer una capacidad de empatía en
relación entre las distintas esferas sociales
mediante l organización de negociaciones y concertaciones para facilitar
la autorregulación de los sistemas mediante reglas de procedimiento y de organización
al interior de los campos de problemas específicos donde la herramienta
principal de regulación ya no es l fuerza o el dinero, como en los programas
políticos anteriores, sino la información.
3.4 El policy cycle
Es
una serie de secuencias lógicas que distingue cinco fases en la vida o el desarrollo
de una política pública:
Identificación de un problema: Apreciación
de los acontecimientos; Definición de un problema; Agregado de intereses;
Organización de las demandas; Representación y acceso ante las autoridades
públicas.
Formulación de soluciones o acciones: Elaboración
de respuestas; Estudio de soluciones; Adecuación a los criterios.
Toma de decisión: Creación
de una coalición; Legitimación de la política elegida.
Implementación: Ejecución,
gestión y administración; producción de efectos
Evaluación: Reacciones
a la acción; Juicio sobre los efectos; expresión.
De
hecho, el proceso de una política pública puede perfectamente iniciarse en
cualquiera de estas fases, obviar una u otra fase o invertir las etapas.
Además, cada fase está encerrada en un sistema de retroacción que afecta las
otras fases. Otra ventaja del modelo es que rompe con la visión jurídica
tradicional, la cual es sustituida por un enfoque más sociológico y
politológico que permite inscribir el momento simbólico de la decisión en un
contexto mucho más amplio y realista; igualmente, el impacto de la decisión
está revaluado a través del análisis de la implementación, de la implementación
formal.
3.5 Consideraciones críticas al policy
cycle
Se
han logrado avances significativos en la comprensión de la acción del estado
gracias las numerosas investigaciones
empíricas que suscitó el enfoque; sin embargo, el modelo tiene sus limitaciones
y ha recibido y numerosas críticas, las cuales surgieron otras propuestas para
el análisis.
El
modelo que propone Jones dispone importantes ventajas para el análisis: El
hecho de desagregar la política pública en segmentos para facilitar el
análisis como su orientación hacia el
estudio de los efectos concretos, pero estas mismas ventajas tienden a sesgar
el análisis. Otra limitación es la
tendencia a situar la evaluación sólo al final del proceso; Según Sabatier los
actores u observadores realizan, formal o informalmente, operaciones de
evaluaciones a todo lo largo del proceso.
El
policy cycle postula que l implementación es una etapa postdecisional y que la
administración encargada ejecuta la política según los textos escritos; por lo
tanto, si se presentan problemas durante la implementación se trata de un
problema técnico que se puede mejorar.
Ejecutar
una política pública o una norma es un trabajo continuo de interpretación y de
reinterpretación que depende de los actores, de su número, del nivel de
abstracción de la norma y de la estabilidad o no del contexto para la
implementación. Otra crítica a este enfoque, elaborada por Müller y Surel,
parte de la observación de que el modelo tiende a hacer creer que el objetivo
de las políticas públicas es la
resolución delos problemas. En realidad, los problemas son resueltos por los actores sociales mediante la
implementación de sus estrategias, la gestión de sus conflictos y sobretodo
mediante procesos de aprendizaje.
Hacer
una política pública, no es resolver un problema, sino construir una nueva
representación de los problemas que instaura condiciones sociopolíticas para el
tratamiento de estos por la sociedad y, a la vez, que estructura la acción de
estado.
A
pesar de las limitaciones y críticas que acabamos de presentar, consideramos
que el policy cycle sigue siendo una excelente puerta de entrada pedagógica
para presentar el análisis de las políticas públicas y que hemos decidido
usarla para la estructuración de los siguientes capítulos.
Capítulo 2
Identificación, Construcción de
problemas y agenda política.
1. Agenda Política y construcción del
problema
La
noción de agenda no es fácil de definir con precisión. El menú del estado es
complejo. Es posible especificar las agendas según las instituciones: por
ejemplo, se puede distinguir la agenda gubernamental, la agenda legislativa, la
agenda administrativa, etc. Habría también la posibilidad de hablar de una
agenda formal de una agenda informal
“oculta”
Otra
distinción muy común consiste en diferenciar la agenda coyuntural de la agenda institucional, la agenda
coyuntural hace referencia a temas que surgen en un momento dado y bajo
una modalidad o proceso específico para
el cual las autoridades públicas no necesariamente estaban preparadas.
El
reconocimiento de la realidad como una realidad problemática y su traducción
discursiva nos obliga a incursionar primero en el tema de la representación de
los problemas, y más específicamente en la representación social y política de
los problemas. En este punto, cabe resaltar el papel que pueden jugar los medios de comunicación, los
círculos académicos y científicos y los actores políticos en la definición y
difusión del problema. Definir un problema
obliga necesariamente a dar elementos sobre las causas, y por lo tanto,
a dar soluciones posibles: por ejemplo, según se defina el problema de la
drogadicción como un problema de orden público
o de salud pública, la solución sería
muy distinta para aquellos que consuman drogas ilícitas: la cárcel en el
primero caso y la clínica en el segundo. Finalmente, una vez reconocido el
problema como un problema social y formulado como tal, se busca su
institucionalización, es decir, el
reconocimiento de la necesidad de una intervención pública o política
que se traduce generalmente en leyes y reglamentos.
2. Un esquema analítico para la
definición de un problema
Es
una tarea que debería ser seriamente
asumida por la administración pública, las universidades y los centros
de investigaciones, con el objetivo de proporcionar una información que permita
conocer mejor el problema antes de que se tome una decisión relativa a la
necesidad y forma de regulación pública.
Un
esquema analítico sencillo, en forma de preguntas, puede ayudar a cuestionar la
realidad del problema en sus dimensiones más pertinentes para el analista. La
definición de problema consiste entonces en determinar la naturaleza, las
causas, la duración la dinámica, los afectados y las consecuencias del
problema. Estas indagaciones deben permitir comprender cómo funciona el
problema, facilitar la identificación de los actores implicaos en investigar
las lógicas de comportamiento de estos.
3. Los modos de inscripción en la agenda
política
Los
actores tienen a su disposición varias estrategias en función de sus
invenciones, posibilidades, posiciones y recursos; por lo tanto una agenda nuca
es fija, puede estar sujeta a cambios de
manera inesperada a raíz de algún evento o situación nueva. Los estudiosos en
el tema han propuesto modelos o tipologías de los procesos de inscripción en la
agenda. Aunque estas tipologías y modelos nunca se presenten de manera pura en
la realidad, permiten facilitar la identificación de procesos.
De
manera simplificada se puede concebir que la inscripción en la agenda provenga
de dos fuentes. Una es externa al estado y a sus instituciones y la otra
es interna al estado. Por lo general la
movilización de unos grupos provoca, como reacción, lo movilización de otros
que se oponen al cambio deseado porque afecta ventajas o intereses adquiridos.
Cada grupo presionará a las autoridades con estrategias propias y utilizará o
recursos que tienen a su disposición.
Chevallier
distingue tres tipos de empresarios: los mediadores políticos, los mediadores
sociales y los mediadores administrativos; los primero son partidos políticos y
los gremios o grupos de presión que realizan su tarea clásica según la teoría
democrática; los segundos, los mediadores sociales son los representantes
particulares, estos hacen que se presenten cortos circuitos en los cambios
normales de la demanda. Se puede pensar en el papel de los intelectuales o los
grandes científicos que logran influir sobre el contenido de los debates y se
anteponen como mediadores privilegiados o exclusivos. Por último tenemos a los
funcionarios públicos quienes también pueden convertirse en
portadores de demandas del medio en el cual intervienen en su labor
administrativa o para sí intereses propios; los funcionarios son unos
observadores y unos actores privilegiados de la acción estatal. Una relación
estrecha con los administrados o con los usuarios pueden convertir al funcionario
público más en un defensor de los
intereses de los unos o de los otros que en un garante del interés público.
El
hecho de ofrecer o prometer más servicios, o de imponer una cierta manera de
concebir un problema, contribuye a legitimar la formación de una demanda social
conforme a los intereses de la administración que presta o formula la oferta.
4. Modelos para la inscripción den la
agenda política
Cobb
y Elder se centran en los objetivos de los empresarios políticos y chevallier
en la posición social de los mediadores, Garraud proponen la construcción de
cinco modelos a partir de una combinación de un cierto número de variables y
actores entre los cuales el autor considera a los grupos organizados, la
existencia o no de una demanda social, la presencia de conflictos y de procesos
de movilización social, las estrategias de creación de una opinión pública, el papel de la oferta
política y la mediatización del tema y
su dimensión como evento inesperado
El modelo de la movilización
Corresponde
a la visión clásica de la teoría democrática y conste en el trabajo de actores
sociales en pro de una causa o a favor de la promoción o defensa de unos
intereses que buscan movilizar los ciudadanos.
El modelo de la oferta política
Consiste
en intentar ganar apoyo o electores con propuestas políticas, suscitando debate
y controversia. Se trata de crear la
demanda social. En este modelo juegan un papel importante los medios de
comunicación quienes se encargan de la difusión de propuestas e incitar a los
adversarios a responder.
El modelo de la mediatización
La
necesidad económica de mantener la audiencia, favorece todavía más el
sensacionalismo y el periodismo de reverencia, En este caso se trata de crear
una demanda social o de obligar a las autoridades a actuar por medio del uso de
intermediarios, conscientes o no para problematizar un tema.
Si
bien los modelos presentados se caracteriza por buscar una modificación de la agenda a través de la controversia, el
conflicto y la mediatización del problema como estrategia consciente, es de
resaltar la existencia de otros mecanismos más discretos pero no menos
eficaces.
El modelo de la anticipación
Se
trata de la inscripción en la agenda gubernamental de temas que una
administración pública por su capacidad de anticipar los problemas decreta y
diseña estrategias de prevención o de
mitigación. Los medios de comunicación pueden también jugar un papel importante
de promotor o difusor del problema en este caso.
El modelo de la acción corporativa
silenciosa
Son
grupos que por su posición o su poder tienen una capacidad de influencia
directa sobre la agenda de las autoridades públicas; por lo general, estos
grupos no buscan la publicidad de sus problemas justamente para evitar
controversia y debate. Se puede entender este tipo de modelo para diseñar una
estrategia militar o programar la compra
de armamento.
Garraud:
estos modelos privilegian a algunos actores o aspectos en detrimento de otros;
por los tanto no se pretende con estos modelos, cubrir la totalidad de la problemática de la construcción de las
agendas públicas. El manejo del tiempo y el control del orden del día en el
desarrollo de una reunión o una asamblea
es un arma bien conocida para orientar y limitar debates políticos: es una
manera de controlar el tiempo disponible para debatir cada tema.
La concepción de Kingdon
Propone
distinguir tres factores fundamentales en la dinámica de los procesos de
construcción de las agendas públicas: los problemas, las respuestas o
alternativas y la política
Cuando
un problema encuentra solución adecuada y la política se interesa en él, se
abre una ventana política; entonces las corrientes entran en resonancia y así
las condiciones están dadas para que la agenda política se haga cargo del
problema. Sin embargo, los actores tienen que estar siempre listos para
precipitarse por la ventana cuando esta se abra. Deben ser las como los
pasajeros que esperan subirse al bus o al tren sin saber en qué momento preciso
va a salir: hay que permanecer en el sitio, informarse, mirar los movimientos
de los empleados, detectar señales, etc.
5. Las respuestas de las autoridades
públicas
Si
las autoridades reconocen l existencia del problema no quiere decir que lo
puedan o lo piensen solucionar. Una
respuesta muy común y hasta desgastada, es la de nombrar una comisión de
expertos para estudiar más y mejor el problema. Esta solución permite postergar
cualquier decisión y, con un poco de suerte, que el interés por el problema
desaparezca o que se resuelva solo.
De
manera simbólica se realiza algo, sabiendo que esto no va a solucionar
realmente el problema. Sin embargo la hipocresía no está siempre presente y las
autoridades suelen también aceptar realmente buscar una solución. Y por último,
es posible que ellas estén en la capacidad de anticipar el problema y tomar las medidas para resolverlo antes de
que se generen demandas y exigencias por parte de grupos sociales y políticos.
Otra
estrategia consiste en buscar el apoyo de otros sectores de la opinión pública
para tomarlos como testigos de que la exigencia proviene de una minoría
privilegiada o manipulada por grupos subversivos o extremistas. Las autoridades
pueden también reprimir duramente a los líderes y a sus seguidores o
profundizar y utilizar divisiones internas. El juego político consiste en
buscar una estrategia que permita obtener los mejores resultados posibles en
función de sus intereses u objetivos. Cada estrategia cuneta con unas ventajas,
desventaja y riesgos; por esta razón es imposible que actividad gubernamental
se haga en consenso, sin controversias ni conflictos. Por lo tanto la
construcción de la agenda gubernamental condiciona en gran parte tanto la
formulación de las soluciones, como las decisiones que tomen las autoridades
políticas.
Capítulo 3
Formulación de soluciones y decisión
1. El problema de la decisión
Siempre
existe una pluralidad de soluciones posibles para resolver o tratar un
problema, tanto en términos de finalidades, metas y objetivos a alcanzar, así
como metodologías. Cuando se dice que el gobierno es quien realiza esta tarea,
hay que tener en cuenta que, si bien, es cierto que formalmente es él quien
toma las decisiones, en la realidad interviene en este proceso un número plural
de actores.
Es
clásico presentar la decisión como un proceso que tiene dos etapas: la
formulación y l legitimación de soluciones. Como lo hemos visto en capitulo
anterior, a partir del momento en cual se reconoce la existencia de un problema
a resolver políticamente, las propuestas y alternativas de soluciones, incluida
la del estatus quo, van a entrar a competir entre ellas. Idealmente,
durante esta etapa de formulación se
establece un proceso de análisis del problema, de búsqueda de argumentos y
contra argumentos, de propuesta y de
indagación acerca de las consecuencias
posibles de tal o cual solución.
2. La formulación de soluciones
Para
esto se dispone de algunas técnicas metodologías que facilitan el diseño de una
solución. Según el Cetel, En primera instancia es fundamental clarificar cuáles
son los fines o metas de la política a diseñar, para luego precisar sus
objetivos concretos. Así se intenta responder al por qué y al cómo de la
política. La meta indica una tarea o una dirección permanente que nunca será
totalmente alcanzada. En términos generales las constituciones políticas tienen
a establecer fines y metas que las leyes y luego los decretos van a
desarrollar.
Un
segundo momento de la formulación de soluciones consiste en ponderar los
distintos objetivos que pretenden facilitar la realización de una meta;
ejemplo, se sugiere ponderarlas para poder establecer prioridades en la
atribución respectiva de los recursos disponibles. Por último, luego, de haber
jerarquizado y ponderado sus objetivos, mediante el proceso de concreción
sucesiva se determina los efectos esperados y los indicadores que permitan dar
cuenta del grado de realización de la meta.
3. La planificación como ayuda a la
decisión política
La
decisión, en lo ideal, debe ser el fruto de un cálculo objetivo que facilita la
selección de marea científica y abstracta de la mejor opción. Través de la
planificación se busca alcanzar los objetivos de manera coherente, con
definición de prioridades, de jerarquía de objetivos a corto y mediano plazo y
d los medios necesarios.
La
generalización de la planificación, con sus diferentes matices y grados de
amplitud y profundidad, fue particularmente evidente después de la segunda
guerra mundial en la construcción del llamado estado de bienestar.
Instituciones nacionales e internacionales, como el banco mundial, impulsaron y
fomentaron esfuerzos de planificación integral y otorgaron a las instituciones
estatales un papel central para el desarrollo nacional.
Entonces
las tareas centrales de las actividades de planificación consisten principalmente, primero en reducir la incertidumbre
del futuro a través del control de los principales factores del desarrollo, y
segundo, en reducir la incoherencia entre las distintas políticas sectoriales y
sus objetivos, muchas veces contradictorios, con el fin de armonizar y
coordinar el proceso de desarrollo.
3.1 Reducir las incertidumbres y las
incoherencias
La
construcción de todo tipo de indicadores, se constituye en una tarea
fundamental para las administraciones nacionales e internacionales con el fin
de permitir el seguimiento de los avances del desarrollo a través del tiempo y
el espacio. Progresivamente los estados han
perfeccionado sus sistemas de información para aumentar su capacidad de
prever la evolución social y económica gracias a la movilización centralizada y
rápida de una gran cantidad de datos. Los adelantos técnicos han permitido la
construcción de modelos, siempre más complejos, que integran cada vez más
variables para simular y experimentar hipótesis sobre la evolución y
comportamiento, principalmente de la economía, y que ayudan así en la toma de
decisión.
No
hay que olvidar que ningún modelo puede ser más que una simplificación, siempre
cuestionable, de la realidad; de modo que el sesgo cuantitativista afecta
localidad de la previsión del modelo porque opera una selección en los datos,
es decir, que privilegian algunos aspectos de la realidad que quiere
representar, y por lo tanto, conlleva a privilegiar una cierta racionalidad
sobre otra (Chevallier, 1986: 459)
Otro
aspecto fundamental de la razón d ser del planificación reside, como ya se
señaló, en la reducción de la incoherencia de las políticas públicas. El plan
busca orientar los esfuerzos y los recursos disponibles hacia el logro de los
objetivos comunes. En conclusión, reducir las incertidumbres y las
incoherencias de las políticas por medio
de la planificación se revela muchas veces como una meta ilusoria, aunque no
necesariamente sin sentido, debido a que este voluntarismo se enfrenta a dos tipos
de obstáculos: delos técnicos y los políticos.
3.2 Los obstáculos a la planificación
De
por si los modelos de planificación tienen, como ya se ha dicho, dificultades
para tomar en cuenta eventos inesperados
o novedosos. Con más razón cuando éstos
se producen fuera de su alcance político o geopolítico, como es el caso,
por ejemplo, de la economía cuando los procesos de internacionalización e
interdependencia se profundizan: la variable escapa a toda posibilidad de
control y su fluctuación es más bien errática.
Cada
segmento de la administración funciona según rutinas y ritmos propios a su
posición y pertenencia sectorial. Romper con la coherencia interna de los
sectores ya establecidos; establecer un implica tomar decisiones que favorecen
algunos intereses en detrimentos de
otros.
Tener
elementos contradictorios, vagos, indeterminados y formulaciones generales
permite, además, conservar un espacio de libertad más amplio para tomar
decisiones y resolver los problemas que se presentan en función de la coyuntura.
Prometer algo muy concreto y no realizarlo puede acarrear un costo demasiado
alto en términos de legitimidad, credibilidad y respaldo políticos.
3.3 Evolución de la planificación
La
planificación debe dejar de lado las ilusiones dirigistas, lineales y
centralizadoras para volverse más
flexible, participativa y descentralizada. El plan debe transformarse en un
lugar privilegiado para la concertación y la evaluación de las escogencias y
prioridades públicas. Debe concebirse como una herramienta prospectiva para
anticiparlas evoluciones y también como un lugar de intercambio y dialogo.
El
resultado sería la emergencia de una cierta coherencia lograda por la
articulación entre las intencionalidades endógenas y las acciones, decisiones y
estrategias externas, articulación que poco a poco daría su forma y
coherencia las realizaciones. También
pretende ser una estrategia de integración de los experimentos periféricos
mediante la implementación de estructuras, lugares y procesos de concertación y
de coordinación participativos no jerárquicos según la lógica de redes y la que
significa la construcción de un proceso basado en el aprendizaje mutuo y
permanente.
4. La toma de decisiones
De
manera simplificada se puede ver la decisión desde dos enfoques: uno, a
partir de la idea de que el decisor
disfruta de una libertad completa para tomar sus decisiones, y otro desde el
punto de vista opuesto, es decir, que las decisiones tomadas por el decisor son totalmente determinadas por factores que no controla. En
el primer caso el decisor hace la
diferencia y en el segundo son las variables externas las que determinan la
decisión.
4.1 Modelos de toma de decisión
Los
más ambiciosos intentos de racionalización de las decisiones políticas,
particularmente para la previsión en el gasto público, implementados en la
mayoría de los países democráticos en las pasadas décadas, han sido
prácticamente abandonados. Esta lógica ha ignorado que el modo de toma de
decisión en las democracias complejas sigue siendo la negociación, el ajuste
entre intereses y la aceptabilidad social, más que la estricta optimización
técnico-económica.
El modelo de la racionalidad absoluta
Para
tomar una decisión, la razón nos dice que primer hay que conocer el problema,
determinar sus valores y sus objetivos, luego analizar todas las soluciones
posibles y, finalmente, con toda la información en mano, escoger la
solución y los medios más adecuados. El
modelos de racionalidad absoluta implica que los valores y objetivos de los
decisores sean siempre claros, Se puede esquematizar un proceso de decisión
lineal en cinco etapas: definición del problema, identificación de valores y
objetivos, análisis de las alternativas de soluciones, aplicación criterios y
toma de decisión.
El modelo de la racionalidad limitada
H.
Simon demostró que el modelo racional es inaplicable por varias razones;
primera porque nunca puede ser completa la información tanto a cerca del
problema como de las alternativas de solución posibles. Intentar obtenerla
tiene un costo en dinero y tiempo, elementos que casi siempre tienen una
disponibilidad limitada; segunda, porque
la capacidad intelectual y cognitiva del decisor y sus asesores para
identificar soluciones es variable y es posible que algunas soluciones válidas
se descarten porque no corresponden a sus valores, o sencillamente no la
perciben. Tercera, los criterios para
apreciar y diferenciar las cualidades y consecuencias de las soluciones, sus
respectivas ventajas y desventajas, son poco y generalmente no tienen un grado de
validez y de consenso en todas las áreas de aplicación. Todos estos factores
hacen que los criterios aplicados a la decisión sea el fruto de una mezcla de
intuición y de razón -es decir, un juicio razonable- más que de razón pura.
El modelo incremental o de ajustes
marginales
Simon,
demuestra que ningún administrador puede aplicar realmente el método racional y
que, más bien, aplica un método institutivo de comparación entre soluciones
empíricas, ya no se trata de deducir la
solución sino de aprender desde la realidad empírica. Por otra parte, Lindblom que es muy difícil sino
imposible, ponerse de acuerdo previamente sobre los valores y los objetivos de
una política con todos los actores que pesan sobre el proceso de decisión; y
que por lo tanto es mejor obviar esta discusión y centrarse en la tarea de
encontrar soluciones pragmáticas; este, se pasa de una racionalidad a priori,
donde se escoge antes de actuar, a una racionalidad a posteriori, donde la
racionalidad surge de la práctica política. Sin embargo, A.O. Hirschmann va más
allá y manifiesta que en muchas ocasiones los decisores no saben lo que buscan
y que la racionalidad de una decisión aparece posteriormente a la
implementación de ésta, incluso, estima que
es necesario que no se sepan de antemano todas la consecuencias de una decisión
porque lo más seguro es que se descartarían soluciones que pueden llevar a
resultados no esperados pero buenos.
El modelo de la anarquía organizada
El
modelo pretende explicar el mundo de la contingencia y de la ambigüedad.
Considera que la influencia de las instituciones sobre las decisiones es baja o
casi nula. Existe un proceso de decisión de este tipo cuando tres elementos
característicos están presentes. El primero, que los valores y los objetivos
siempre se presenten de forma ambigua. El segundo, que el conocimiento o la
información a disposición sean incompletos, fragmentarios e inciertos. El
tercero que los procesos de decisión sean complejos y en gran parte,
simbólicos. En esta clase de
organizaciones, la ambigüedad y la confusión reinan; las actividades, los
procedimientos, la participación y las competencias de sus miembros son vagos y
cambiantes.
En
este tipo de situación de nada sirve intentar aplicar algún criterio de
racionalidad, en primer lugar porque los actores suelen cambiar sus
percepciones de los problemas para justificar sus acciones y en segundo
término, porque existen muy pocas reglas que estructuran el proceso de decisión
y obligan el comportamiento de los actores. Se compara este modelo a una papeleara en la que hay que sacudir de
tiempo en tiempo para provocar cambios que permitan descubrir o crear
oportunidades de decisiones y de soluciones.
El modelo del public choice
Define
la escuela del public choice como la economía de la toma de decisión en los
ámbitos no mercantiles, o sencillamente la aplicación de los métodos de la
economía la ciencia política, esta concepción refuta que los actores políticos
obran de manera altruista en la búsqueda de un interés público o común, pues la
actuación de los políticos depende de la probabilidad de conseguir su
reelección y de obtener más recursos en
términos de poder, de prestigio y de ingresos.
Sobre
los grupos organizados es posible considerar que defienden interese de grupo
para mantener o conquistar posiciones o ventajas para el conjunto de miembros.
Esta idea está desarrollada por la teoría del comportamiento aprovechador o
captor de rentas de situaciones dentro del sector público.
4.2 Un ejemplo clásico de análisis de toma
de decisión: Graham Allison y la crisis de
los misiles en cuba
Se
puede ver cómo las concepciones en materia de decisión y su estilo
dependen tanto de problema, del entorno,
del contexto como de las estructuras organizativas existentes o a disposición.
La
originalidad del estudio consiste en mostrar cómo se puede interpretar una
misma decisión o una serie de decisiones a través de varios modelos explicativos, racional,
racional limitado, burocrático, y de mercadeo político.
En
este ejemplo de la toma de decisiones en el que nos narran un parte de la
historia bélica en el mundo por intereses que se dan en cubo por la instalación
de misiles y la forma en la que se tomaron decisiones donde al parecer el
modelo racionalista ha permitido resolver exitosamente el problema. Además, se
tuvieron en cuenta otros puntos de vista el cual permite ver las cosas de
manera distinta y que al parecer fueron estudiadas un número de soluciones
posibles: No hacer nada, una ofensiva
diplomática, Negociar con Fidel Castro, intercambio de bases militares,
invasión a Cuba, ataque aéreo quirúrgico y el bloqueo naval; siendo esta
última decisión tomada por el presidente de ese tiempo (Kennedy) y se puede
deducir que en apariencia este proceso de toma de decisiones se hizo conforme al esquema racional, sin
embargo, si analiza de cerca el proceso aparecen varias fallas, por ejemplo, no
se puede decir que se examinaron todas las posibilidades de soluciones; es más,
errores y fallas de información han incidió en la elección de la solución y
estrategias políticas internas han prevalecido sobre la racionalidad pura a las
hora de las deliberaciones.
5. Decisión y Democracia
La
necesidad de buscar decisiones y procesos de decisión basados en el respeto a
los valores democráticos y que, a su vez, se funden sobre un saber de tipo
científico, representa un desafío para las instituciones políticas
democráticas.
En
el mundo occidental existe una tensión siempre presente entre la legitimidad
política de la democracia y la legitimidad que ofrece la ciencia.
Las teorías ideales de Jurgen Habermas
Construye
tres tipos ideales de relación entre científicos, políticos y ciudadanos: ellos
son los modelos: decisionista, tecnocrático y pragmático; el primero,
corresponde a la concepción clásica de la decisión política que postula la
subordinación del científico al decisor político. El científico propone modelos
racionales para alcanzar objetivos
elegidos por el político a partir de criterios; el segundo, únicamente
el experto por medio de la razón científica, está en la capacidad de encontrar
la mejor solución a problemas siempre más complejos y presentarla a político
que no tiene otra opción que ratificarla.
Al
ser rechazadas estas dos posiciones, Habermas, propone y construye la
implementación de un modelo pragmático el cual busca una conciliación entre
posición que legitima la decisión tomada a partir de la razón científica y la
posición que se justifica a partir de criterios y valores políticos
irracionales. Este modelo pretende conciliar el saber técnico y los valores
mediante el dialogo público entre expertos científicos, políticos opinión
pública con el fin de facilitar los procesos mutuos de aprendizaje y de
empatía.
El
modelo de pragmático de Habermas que hoy se llama participativo, es seductor
desde el punto de vista intelectual y representa un desafío para las
instituciones políticas a la hora de su puesta en práctica ya que es necesario
que políticos y ciudadanos tengan un nivel de formación y disponibilidad de
tiempo suficientes para garantizar una participación activa en los debates,
también los científicos deben hacer esfuerzos de vulgarización para poder
comunicar sus puntos de vista y los resultados de sus investigaciones.
Capítulo 4
La implementación de las decisiones
1. La
implementación como problema político
Esta
etapa es fundamental porque es ahí que la política, hasta este entonces casi
exclusivamente hecha de discursos y de palabras, se transforma en hechos
concretos o realidades palpables. La aplicación de los reglamentos por
diferentes entidades y en distintos lugares implica que implementación no es
una sola, sino plural; existe un juego con la regla.
Parafraseando
a Clausewitz, la implementación de la política es la continuación de la lucha
política con otros medios y en escenarios diferentes. Menospreciar el proceso
de implementación es olvidar que la
política de implementación es la
determinante definitiva del resultado de una decisión, ante esta concepción,
podemos decir que las políticas públicas están diseñadas, decididas e
implementadas por hombres y mujeres que, a su vez, son afectados positiva o
negativamente por ellas, tienen características sociales y policitas e intereses que hacen de cada una
de ellas un actor más del juego político-administrativo.
En
el campo de la sociología, el ideal de la burocracia técnica que ejecuta sin
ira y sin pasión es un instrumento construido por el analista para medir y comparar realidades sociológicas. El ideal
burocrático es un deseo, un mito moderno, cientista, que funciona como una
dimensión normativa y como un elemento de legitimación de orden social y rara
vez corresponde a una realidad observada.
2. Los enfoques de implementación
Los
estudiosos de la implementación de políticas públicas han observado y propuesto
varios enfoques que tienden a desarrollares como modelos normativos de
implementación de una política y su proceso de ejecución: -la concepción
llamada top-down corresponde a la
concepción tradicional del trabajo administrativo y tiene como postulados
principales la primacía jerárquica de la autoridad, la distinción entre el
universo político y el mundo administrativo y, por último, la búsqueda del
principio de eficiencia.
-Hay
una segunda concepción denominada bottom-up,
es decir, de abajo hacia arriba y se desarrollaron como enfoques críticos o
alternativos frente a las deficiencias y a la ineficiencia que presentan los
procesos de implementación tradicionales top-down.
Estas dos concepciones del proceso de implementación reflejan la controversia existente entre los que creen más en el
control, la planeación, la jerarquía y la responsabilidad como mejor estrategia
para lograr los objetivos y los que creen más bien en la espontaneidad, en la
capacidad de aprendizaje, en la adaptación y en la concertación.
2.1 El enfoque clásico de la administración racional
Este
corresponde a la concepción clásica de la administración pública entendida como el modelo ideal de ente
ejecutor de las decisiones políticas. La administración, pues, realiza a la
perfección su tarea instrumental de
transformar los objetivos en medios, sustituir la política por la técnica y los
conflictos por las racionalidades
gestionarías; cumple y hace cumplir las órdenes y no busca la
participación o el dialogo con los destinatarios de las políticas. Se trata de
hacer respetar una norma y punto.
En
la actualidad poco se apoyan estos modelos de gestión, dos autores (Haywood y
Rodríguez, 1994: 189ss) consideran que está surgiendo un nuevo cambio
de paradigma en gestión pública; según ellos, esa concepción clásica fue
reemplaza en los años ochenta por un paradigma de la eficiencia, el cual
sustituyó a los administradores clásicos por gerentes preocupados por los resultados
más que por los formalismos jurídicos y recientemente este paradigma vuelve a
dar un giro el cual está en camino de ser sustituido por el paradigma del
consumidor, en el cual el gerente público se preocupa por satisfacer a los
clientes o consumidores. Estos cambios de paradigmas reflejan, entonces, un
desplazamiento del centro del interés de lo político hacia el cliente y es
significativo de la evolución que ha tenido la concepción de la legitimidad de
la acción pública.
2.2 El enfoque del buen gobierno
Consiste
en un marco amplio de propuestas teóricas y prácticas para determinar y crear
las condiciones necesarias para que un gobierno logre sus objetivos, este
enfoque se centra en una propuesta d renovación de los procesos más que de los
resultados.
En
los países en desarrollo, bajo la influencia del banco mundial, “el buen
gobierno” se entiende como una estrategia para instaurar un gobierno eficiente
que debe rendir cuentas, sin embargo,
“el buen gobierno” está ligado a la
búsqueda de la reducción de los compromisos y gastos de gobierno. Pero también se considera en
este enfoque el reconocimiento de la
interdependencia de los sectores públicos, privados y “voluntarios” (ONG).
En
lo económico, Jessop considera que existen tres conjuntos de elementos que
limitan sus posibilidades del éxito.
-El
primero tiene que ver con las dinámicas mismas del capitalismo. El buen
gobierno no resuelve las contradicciones inherentes al conflicto existente
entre la acumulación de capital y la legitimidad política, tiene que ver más
que todo con las modalidades de gobierno y no con su objeto.
-El
segundo elemento considera que la ampliación y la multiplicación de las
instancias de coordinación y de negociación en los diversos niveles –local,
regional, departamental…- dificulta su
inserción en el sistema político. Y el ejercicio de la primacía del
gobierno sobre las instancias.
-El
tercer elemento, establece que el gobierno no está siempre dispuesto a aceptar
soluciones que no corresponden a su interés y a sus valores políticos, por
tanto, el buen gobierno está condicionado por el derecho que reserva el estado
de abrir, cerrar, experimentar y reactivar las nuevas modalidades de gestión.
2.3 El enfoque de gestión publica
Sabatier
y Mazamanian proponen una guía para aumentar
las posibilidades de una implementación más exitosa de las políticas
públicas, estos indican cinco condiciones que los legisladores y diseñadores de
políticas públicas tendrán que tomar en cuenta si buscan cumplir los objetivos
de una política pública. Este modelo involucra tanto aspectos del contenido
material de la política como del contexto y de los recursos disponibles.
Condiciones de efectividad en la implementación
Su
tarea es la de evaluar el grado de implementabilidad de distintas alternativas
y entender cómo es posible estructurar el proceso de implementación con el fin
de maximizar las probabilidades de alcanzar
los objetivos establecidos por la ley o el programa.
-El
programa debe estar fundamentado en una teoría sólida relacionada con el cambio
de comportamiento público necesario para la realización de objetivos.
-La
ley debe contener directrices de actuación no ambiguas y debe estructurar el
proceso de implementación de manera que maximice la probabilidad de que los
destinatarios se comporten según lo previsto.
-Los
dirigentes deben disponer de capacidades políticas y de gestión importantes y
sentirse comprometidos con los objetivos de la ley.
-el
programa debe disponer de apoyos activos durante todo el proceso de
implementación por parte de los grupos organizados, electores y legisladores
claves. (La actitud de los tribunales debe ser neutral o favorable)
-La
prioridad relativa de los objetivos
legales no se encuentra socavada significativamente con el paso del tiempo por
la aparición de políticas públicas conflictivas o por cambios en las
condiciones socioeconómicas que debilitan los fundamentos técnicos de la
teoría o el apoyo político.
Una
teoría sólida.
Significa
que es preciso tener una teoría del cambio social que establezca con firmeza la
causalidad entre el instrumento utilizado y los efectos deseados; por ejemplo,
si una política tiene como objetivo aumentar la cobertura educativa en barrios
marginados, una hipótesis teórica puede ser que la motivación económica es el
elemento esencial para que los educadores cambien de comportamiento.
Una
ley bien concebida
Es
el elemento en el cual los diseñadores
de políticas tienen las posibilidades de control y de mayor influencia.
*La
implementación debe estar a cargo de entes que apoye los objetivos de la ley y
los consideren altamente prioritarios;
esta necesita funcionarios que crean en la ley y que se motiven por sus
objetivos; no se requiere de funcionarios neutrales.
*La
ley tiene que proporcionar oportunidades amplias para que los grupos
organizados que apoyan la política
pública puedan intervenir y participar en el proceso de implementación.
Apoyo
político y social
Hace
énfasis en la absoluta necesidad de contar con el apoyo de grupos organizados y de actores políticos de peso-durante todo el transcurso
de la implementación para la realización de los objetivos de la política; es
particularmente importante cuando se trata de políticas que tienen que desarrollarse en un tiempo largo.
Entorno
favorable
Subraya
la importancia del mantenimiento de las
condiciones socioeconómicas que suscitaron la política pública, están inmersas
en un entorno político y económico el cual los países disponen de capacidad de
incidencia muy limitada.
El
desarrollo mismo de las políticas públicas, con sus interacciones con otras
políticas, puede provocar un cambio inesperado de situación tanto de los
destinatarios como de del entorno que va a poner en crisis el modelo técnico de
la política. Estos cambios en el entorno socioeconómico o la resistencia
exitosa delos destinatarios de la política pueden suscitar una revisión de la
ley para reajustar sus objetivos tanto en sus contenidos sustanciales como en
los eventuales plazos.
Estrategias de optimización de las
condiciones
Sabatier
y Mazmanian consideran cómo se puede lograr el mejoramiento de resultados en
una situación suboptimal. Se trata de indicar las estrategias que permitan
mejorar la situación cuando ésta o corresponde a un estado satisfactorio de
optimización, y así aumentar las probabilidades de una implementación exitosa.
En
caso de que una legislación nueva deje mucho espacio a la antigua y que los objetivos queden ambiguos, los
partidarios de los distintos puntos de vista presentes pueden intentar acudir a
los tribunales constitucionales con la esperanza de que los textos anteriores
se declaren inconstitucionales o inexequibles y que cuando se precisen los
objetivos y las competencias de los distintos entes.
Si
no existen grupos organizados favorables a la política y capaces de ejercer un papel activo en la
implementación, es necesario fortalecer los existentes, crearlos o
convencer otra organización para que
extienda sus actividades en el sector.
2.4 El enfoque contingente
Mayntz
se interesa por las condiciones de efectividad de las políticas públicas y
considera que este aspecto no es tratado con la debida importancia, inclusive
desde su diseño. Según la autora esta negligencia se debe a varias razones:
primero, es evidente que para la actividad política, la efectividad de una política
no es un asunto prioritario frente a la obtención y mantenimiento de posiciones
de poder.
Considera
que esto no cambiará mientras la efectividad de las políticas no logre ser una
condición de éxito político en el corto plazo. Los políticos suelen interesarse
por el contenido material del programa sólo en la medida en que sus intereses
lo obliguen a preocuparse por estos contenidos. Cabe anotar que recomienda
evitar el uso de concepciones teóricas demasiado novedosas ya que para esta es
indispensable tomar en consideración elementos que están en constante evolución
en l sociedad moderna como la estructura social, la importancia de las
intervenciones estatales, la interacción con otras políticas, la cultura, etc.
2.5. La implementación como proceso y como aprendizaje
AaronWidalsvsky,
en temas de política pública, considera que los procesos de implementación
deben ser evolutivos, de manera que los objetivos sean redefinidos
constantemente y se aprenda a cumplirlos cada vez mejor apoyándose en programas
de mejoramiento técnico. La implementación de servicios públicos es la puesta
en escena de las políticas públicas las cuales se van ajustando
reiterativamente para mejorar. Es lo que se llama la capacidad de aprendizaje
público de las organizaciones políticas.
2.6 La implementación como ambigüedad y simbolismo
Los
análisis de las políticas muestran que a pesar de los llamados a que no se
utilicen ambigüedades en los objetivos, éstas se siguen utilizando. Una de las
causas de lo mencionado anteriormente se debe a que muchas políticas son
resultado de negociaciones, de ajustes entre contradicciones y oposiciones que
buscan satisfacer diferentes intereses. Puede ser utilizada esta ambigüedad
para avanzar en un tema a falta de consenso político sobre objetivos claros. La
imprecisión puede también ser una estrategia consciente cuando el problema es
complejo y no existe claridad de cómo resolverlo.
La
permanencia de estas ambigüedades en el diseño de las políticas públicas refuerza
el papel de los entes de ejecución y su papel político.
Edelman
habla cómo la política con todas estas imprecisiones para satisfacer tantos
fines se convierte en un espectáculo y la construcción de un escenario a veces
son más importantes que la resolución de los problemas. Se desarrolla un juego
político entre los actores, en donde se usa una serie de prácticas y
estrategias discursivas y simbólicas para ganar posiciones y poder. Los medios
de comunicación son herramientas que contribuyen a construir con el día a día
opiniones, debate, y pueden influir en la confrontación de ideas y hasta en
elecciones políticas, convirtiéndose así en un juego peligroso y perverso que
se opone a todo lo que la democracia valora.
2.7. Un enfoque Botton-up: por retroceso o >Backwardmapping>
Se
trata de analizar los comportamientos de los individuos o de grupos organizados
y buscar mecanismos para corregirlos a partir de este nivel. El punto crucial
del problema de la implementación de políticas públicas reside en el lugar más
bajo de la jerarquía. Siendo así, cuanta más cerca estemos de la fuente del
problema, mayor será nuestra influencia y la capacidad de resolverlos. El punto
es no depender el control jerárquico sino llevar al máximo la discrecionalidad.
3. Un marco para los estudios de implementación
Helen
Ingram señala que a pesar de las múltiples formas de trabajos y modelos
propuestos para analizar la implementación de políticas públicas todavía no se
logra determinar si un modelo es mejor que otro. Propone entonces un marco
analítico basado en la combinación de una serie de variables que se presentarán
a continuación:
LOS COSTOS DE NEGOCIACIÓN Y DE
INFORMACIÓN
Salisbury
y Heinz observan que la política desde el punto de los costos que genera para
los decisores; los costos de negociación y costos de información. Los primeros
tratan de ver el costo de los esfuerzos necesarios para establecer un acuerdo
entre las partes y obtener el suficiente respaldo para la resolución de los
problemas. Los segundos, los costos de información salen de la obtención de la
información que se necesita para saber las consecuencias de las soluciones
posibles o la validez de la acción propuesta.
Se
presentan 4 diferentes escenarios en los que se puede predecir qué tipo de
política pública puede surgir dependiendo de los costos:
Si
los costos de la información y negociación son bajos, es probable que la
política tenga objetivos claros y un procedimiento flexible que permite a sus
implementadores una gran autonomía para determinar los procesos ya que no
presenta mayor dificultad.
Si
los costos de la información son bajos y los de negociación son altos, es
probable que la política tenga objetivos ambiguos ya que se debe llegar a un
acuerdo entre las partes. De igual forma que en el escenario anterior los
implementadores tienen gran autonomía
Si
los costos de información son altos y los de negociación baja, es probable que
la política tenga unos objetivos claros, pero se establecen procedimientos
precisos para controlar al máximo la implementación.
Si
los costos de la información son altos al igual que los de negociación, es
probable que la política tenga ambigüedad en los procesos, y los procedimientos
de implementación precisos con el fin de que se pueda hacer un control estrecho
y obtener informes sobre la implementación.
CRITERIOS DE EVALUACIÓN
No
se puede tener un mismo criterio para evaluar los diferentes escenarios que se
pueden presentar al momento de evaluar la política pública resultante, se
propone entonces diferenciar los enfoques de implementación y los criterios de
evaluación a usar por parte del analista:
Una
política pública que tiene costos de información y de negociación bajos,
permite una implementación según los enfoques clásicos de la administración.
Cuando
se presenta el caso en que los objetivos son ambiguos y la implementación es
flexible, la evaluación debe centrarse en la sinergia del nivel local y la
capacidad de liderazgo y de dinamismo de los implementadores como variables
importantes de éxito de las políticas.
En
el caso en que hay políticas con objetivos claros para destinatarios
específicos con plazos que deben respetarse, pero los costos de la información
son altos, es necesario que exista un proceso continuo de reformulación, de
aproximación y análisis de la información. La capacidad de la administración de
aprender y realimentarse de la información para ajustar la política cada vez
más permite evaluar el éxito o fracaso de la misma.
En
el caso en que los implementadores tienen dificultades para lograr acuerdos y
respaldos para poder precisar los objetivos que quedaron ambiguos, el criterio
de evaluación es la capacidad para lograr respaldo y consenso amplio alrededor
de algunos objetivos entre las partes.
VARIABLES CRÍTICAS PARA LA
IMPLEMENTACIÓN
Lo
ideal para una administración encargada de la implementación de una política,
es que disponga de la capacidad de la autoridad y de los recursos que permiten
ejecutar los objetivos, y además resistir presiones externas. Pero eso no
siempre pasa, hay dos diferentes problemas que se pueden presentar: el primero
es que la implementación sea muy costosa, y el segundo es que la negociación
sea muy costosa, lo cual va resultar más o menos importante según el tipo de
política que se implemente. Según Ingram:
Si
se trata de implementar una política en que los objetivos son claros y hay un
procedimiento flexible, los factores críticos se encuentran en un cambio de las
circunstancias externas, en el entorno de la política pública.
En
caso que la política tenga objetivos abiertos y un procedimiento flexible, los
factores críticos van a situarse tanto en la capacidad administrativa como en
la relación con los destinatarios de la política.
En
el caso en el que los objetivos sean claros y el procedimiento preciso, el factor
crítico va a estar en la capacidad administrativa.
En
caso en que los objetivos sean abiertos y el procedimiento sea preciso, el
factor de riesgo va a estar en la relación con los destinatarios.
Como
conclusión, la presentación del análisis de la actividad implementadora, en
particular del marco analítico de Ingram, muestra que resulta trabajoso separar
tajantemente la implementación no sólo del proceso de formulación de la
política pública, sino también de la evaluación de ésta.
en que año fue publicado el libro?
ResponderEliminaren que año fue publicado el libro?
ResponderEliminarFalta el capitulo dos II Enfoques Teóricos para el analsis de las políticas publicas.
ResponderEliminarAhí está el capitulo dos
EliminarEs del año 2002.
ResponderEliminar